El supertifón Haiyán, una de las tormentas más potentes de las que se tienen registro, ha dejado al menos cuatro muertos y millones de refugiados en su paso por Filipinas.
Medios locales reportaron serias inundaciones, edificios derribados y todo tipo de infraestructura hecha pedazos.
Más de 125.000 personas de las zonas más vulnerables fueron evacuadas y trasladadas a refugios. El jefe de la agencia de prevención de desastres de Filipinas, Eduardo del Rosario, le dijo a la AP que esas evacuaciones tempranas y la alta velocidad de traslación del tifón ayudarían a reducir los estragos que provocaría.
Los meteorólogos han recordado el tifón Bopha, que en 2012 afectó al sur del país y dejó al menos 1.000 muertos.
Haiyán, también conocido como Yolanda, equivale a un huracán de categoría cinco. Tras su paso por Filipinas se espera se dirija hacia Vietnam y el sur de China.
La tormenta llegó a territorio filipino por la isla de Samar, a unos 600 kilómetros de la capital, Manila, poco antes del amanecer de este viernes, con vientos que se estima rondaban los 314 kilómetros por hora.