Los fiscales no pueden pedir la pena de muerte contra un inmigrante mexicano acusado de asesinato a tiros en 2015 de un empleado de una tienda de conveniencia en un suburbio de Phoenix porque tiene una discapacidad mental, dictaminó un juez.
El fallo significa que Apolinar Altamirano enfrentará cadena perpetua si es declarado culpable de asesinato en primer grado por el asesinato del empleado de 21 años de edad, Grant Ronnebeck, en la tienda de Mesa.
El caso contra Altamirano ha sido citado por el presidente Donald Trump, quien ha criticado los delitos cometidos contra ciudadanos estadounidenses por inmigrantes que se encuentran ilegalmente en los Estados Unidos.
Trump, que ha creado una nueva oficina para atender a las víctimas de los delitos de inmigración y sus familiares, ha invocado esos delitos en los mítines, señalando caso tras caso en el que personas asesinadas por asaltantes inmigrantes pasaron al país por las grietas que tiene el sistema de migratorio de EEUU.
No está claro si los fiscales apelarán la decisión. “Estamos revisando el análisis y el registro para evaluar los próximos pasos”, según una declaración de la Oficina del Fiscal del Condado de Maricopa, que está procesando a Altamirano.
Altamirano es un ciudadano de México que ha vivido en los Estados Unidos sin autorización durante unos 20 años. Fue deportado y devuelto a los Estados Unidos.
Se le acusa de dispararle fatalmente a Ronnebeck después de que el empleado de la tienda insistió en que Altamirano pagara por un paquete de cigarrillos. Las autoridades dicen que Altamirano pasó por encima de Ronnebeck para comprar varios paquetes de cigarrillos antes de salir de la tienda.