En medio de aplausos, hoy comenzó la demolición de la casa donde Ariel Castro mantuvo cautivas a tres jóvenes por una década en Cleveland.
Como parte de un acuerdo para evitar la sentencia de muerte, la casa donde las jóvenes de 14, 16 y 20 años –al momento de su secuestro—fueron privadas de su libertad y violadas será demolida para construir un parque.
Al lugar acudió una de las mujeres que estuvo prisionera, Michelle Knight, quien antes de la demolición, soltó algunos globos al aire.
Miembros de la familia de Castro acudieron al inmueble para recoger algunos objetos personales, como viejas fotografías, guitarras y bicicletas.
Las víctimas desaparecieron sucesivamente entre 2002 y 2004, cuando aceptaron que el hombre las llevara en su automóvil. El pasado 6 de mayo, obtuvieron su libertad cuando la joven Amanda Berry, de 27 años, logró romper parte de una puerta y pidió ayuda a gritos a los vecinos.