Con las primeras lluvias de la temporada, la ceniza arrojada por el Volcán de Colima durante las explosiones, comienza a descender por las laderas, formando a su paso flujos de lodo y rocas que puede alcanzar una velocidad de entre 10 y 40 kilómetros por hora.
A estos flujos de lodo se les llama lahares y son la principal amenaza para poblaciones de Colima y Jalisco situadas en la zona volcánica.
Melchor Ursúa Quiroz, Director Estatal de Protección Civil Colima dijo a Grupo Imagen que estos flujos de lodo podrían ocasionar problemas en la vías de comunicación entre Colima y Jalisco en la zona volcánica.
Gabriel Reyes, Director del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, señalo que a través de la instrumentación sísmica instalada en el Volcán de Fuego, se han podido detectar cuatro lahares.
Por el momento estas avalanchas de lodo y rocas no han ocasionado daños, ya que los flujos se han mantenido al interior del cauce de los arroyos La Lumbre, El Cordovan y Montegrande.
Actualmente más de 1000 habitantes de Colima y Jalisco habitan en zonas de riesgo por lahares.