El orden Constitucional es el más grande patrimonio que compartimos los mexicanos, la constitución mexicana fue, en su tiempo y lo sigue haciendo ahora, una de las más avanzadas en términos sociales y aunque muchas de esas garantías sociales fueron durante décadas aspiraciones colectiva hoy ,muchas de ellas comienzan a concretarse para millones de mexicanos .
Como presidente municipal hace cuatro meses jure guardar y hacer guardar la constitución política de los estados unidos mexicanos y las leyes que de ella emanen, dando el todo por el bien y la prosperidad de nuestra querida ciudad, tal como lo prescribe desde 1917 el artículo 87 de nuestro código supremo . Este juramento , sagrado e irrenunciable implica, para mí y para cualquier gobernante la obligación de cumplir y hacer cumplir la ley , y entenderla como la primera obligación del gobernante como un deber constitucional, pero también un deber político y deber ético, un verdadero imperativo categórico donde reside precisamente el sentido vital de los órganos constitucionales
Los constituyentes del 17 sabían que, para que México pudiera transformarse en una nación moderna, tenían que poner los cimientos perdurables sobre los que se constituían leyes e instituciones.
La constitución general de la república, es la norma suprema de la unión, de la república democrática y federal que en ella se consagra, nos permite a los mexicanos no solo contar con las mayores garantías a nuestros derechos sino integrar los poderes políticos, conforme a las reglas democráticas que hay que preservar y poner en práctica.
Se dice fácil, pero México, cuenta con una democracia vibrante, con absoluta pluralidades y libertad de expresión de los ciudadanos, con equilibrio de poderes, donde ningún partido tiene ni hegemonía ni dominio en los poderes uno sobre otros.
Si el derecho es la parte estática del estado, la política es la dinámica del estado.
Por eso es importante ejercer los derechos y cumplir los deberes cívico, políticos con la patria. Hagámoslo con responsabilidad hagámoslo en paz y con pleno apego a la ley, sin claudicar, en nuestro deber de cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan con todas sus consecuencias, porque es la mayor y mejor garantía de nuestra convivencia democrática.
Enfrentemos sin ambigüedades y con patriotismo, los retos de mayor transcendencia para nuestra ciudad de nuestro estado y de nuestro querido México.
El estado de derecho de nuestra nación es la síntesis de nuestras luchas de independencia, de reforma y de revolución es herencia de nuestros padres y legado para nuestros hijos, muchas gracias y que Dios los Bendiga”.