El régimen sirio desafió hoy a los países occidentales a demostrar que su Ejército ha utilizado armas químicas contra la población y aseguró que, ante los “tambores de guerra”, Siria está preparada para defenderse de un ataque.
El ministro sirio de Exteriores, Walid al Mualem, atribuyó en una larga rueda de prensa a las “divergencias entre rebeldes” la suspensión de la visita que la misión de expertos de la ONU tenía previsto hacer al área de Guta Oriental, junto a Damasco, para determinar si se usó armamento prohibido.
“El pretexto de las armas químicas es falso e infundado. Si quienes acusan a nuestras fuerzas armadas de emplear armas químicas tienen alguna prueba, les reto a que la muestren a la opinión pública y a la comunidad internacional”, dijo Al Mualem.
En ese mismo tono desafiante, el jefe de la diplomacia siria consideró que una intervención militar extranjera no debilitará las capacidades militares de su país en su “guerra contra el terrorismo”, y agregó que el régimen se defenderá con “todos los medios disponibles”.
Tras reconocer que “todos estamos escuchando los tambores de guerra en torno a Siria”, Al Mualem criticó con dureza a Estados Unidos y al Reino Unido, a quienes acusó de propalar informaciones falsas y de querer chantajear a los aliados del régimen de Bashar al-Assad.
“Primero, cualquier acción militar en esta región tiene el objetivo de servir a Israel, y, en segundo lugar, ayudará a los propósitos militares del Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda”, aseveró.
A su juicio, las amenazas de intervenir en su país forman parte de una “guerra psicológica” que pretenden ocultar la entrega diaria de “armas avanzadas” a los rebeldes a través de la frontera turca.
Sin embargo, el canciller se mostró confiado en que Rusia, firme aliado del régimen, continuará a su lado gracias a los vínculos “estratégicos e históricos” que unen a ambos países.
Mientras, la misión de expertos enviada a Siria para investigar las acusaciones del ataque químico supuestamente perpetrado en el área de Guta Oriental el pasado día 21 se vio obligada a suspender su misión hasta el miércoles para aumentar la seguridad, según la ONU.
Al Mualem atribuyó este retraso a las divergencias internas entre los rebeldes: “Los expertos no pudieron entrar hoy en la zona de Muadamiyat al Sham, porque los grupos armados no se han puesto de acuerdo entre ellos sobre las garantías para protegerlos”. Sin embargo, la versión de los opositores fue muy diferente, y acusaron al régimen de pretender intimidar a la misión.
La coordinadora de la opositora Red Sham, Iman al Huda, dijo que el Ejército Libre Sirio estaba “preparado para proteger a los expertos”, pero que el régimen comenzó a bombardear la zona, donde se libraron enfrentamientos.
De forma similar, la red de activistas Comités de Coordinación Local señalaron que el ELS señaló que el régimen sirio trató de convencer a la misión de la ONU de que su vida estaría en peligro en caso de visitar Guta Oriental, lo que los disuadió.
El canciller sirio volvió a negar que sus fuerzas utilizaran agentes químicos en sus bombardeos en la periferia de Damasco e insinuó que el régimen dispone de pruebas que revelará “en el momento adecuado” sobre el uso de armamento prohibido por parte de los grupos armados.
La oposición siria anunció hoy que los países occidentales les han comunicado ya que lanzarán una intervención militar de forma “inminente”.
Sin embargo, tanto Estados Unidos como Reino Unido insistieron en que todavía no se ha tomado una decisión final sobre cuál y cuándo será la respuesta a lo que entienden como una violación de las convenciones internacionales.