Washington.— Aunque al menos tres menores migrantes bajo custodia de las autoridades de Estados Unidos murieron con síntomas de gripe, la administración de Donald Trump se niega a vacunar a los inmigrantes.
“Cuando supe que varios niños murieron en detención por causas potencialmente prevenibles, me afectó”, aseguró a CNBC el pediatra Jonathan Winickoff. Junto a colegas de las universidades de Harvard y John Hopkins, el pasado 1 de agosto advertían que “durante la temporada de influenza, la vacunación debería ser ofrecida a todos los detenidos rápidamente a su llegada para maximizar la protección de aquellos más jóvenes y vulnerables”.
En la última década no se habían registrado muertes de menores bajo custodia de autoridades de EU; desde diciembre, al menos seis han muerto. Tres (de dos, seis y 16 años), según las autopsias, tenían la gripe. “El país necesita urgentemente dar respuesta para que niños dejen de morir en detención”, añadió Winickoff.
No obstante, la administración Trump no moverá un ápice su política actual, aunque en un mes empieza la temporada de influenza en el país. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), encargada de la primera fase de detención de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, ahora no suministra vacunas a migrantes detenidos y en un comunicado enviado a NBC, señaló que “debido a la naturaleza de corto plazo de la detención y las complejidades de operar los programas de vacunación, ni la CBP ni sus contratistas administran vacunas a quienes están bajo nuestra custodia”. Por ley, los menores no pueden estar detenidos por más de 72 horas, pero lo cierto es que muchos menores están bajo custodia mucho más tiempo.
Peor aún, medios señalan que en las próximas horas el gobierno anunciará nuevas reglas para extender el periodo de detención de las familias migrantes con niños.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EU (CDC) aconseja la vacuna de la gripe a todos los mayores de seis meses.
“Su respuesta [de la CBP] es totalmente inapropiada”, dijo William Schaffner, especialista en enfermedades contagiosas de la Vanderbilt University a la CNN. “Deberían ser capaces de hacer esto. Han creado instalaciones para animar el esparcimiento de agentes infecciosos”, añadió.
El hacinamiento en el que se encuentran los migrantes que son detenidos por las autoridades estadounidenses es de tal calibre que los expertos ven en eso un potencial causante de contagios de enfermedades. Congresistas como las demócratas Rosa DeLauro y Lucille Roybal-Allard hicieron eco de las “pobres condiciones” de las instalaciones y el caldo de cultivo de enfermedades. La presidenta de la Academia de Pediatría de EU, Julie Linton, aseguró que si no se mejoran las condiciones es probable que mueran más niños al iniciar la temporada de influenza.