El procurador Jesús Murillo Karam informó que 3 integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos confesaron haber recibido y ejecutado al grupo de personas que les entregó la policía de Iguala y Cocula, todos ellos estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, detenidos el 26 de septiembre.
Patricio Reyes, Jonathan Osorio y Agustín García Reyes -detenidos hace “ocho días”- fueron los integrantes del grupo criminal, quienes confesaron los hechos.
El funcionario indicó que “los testimonios que hemos recabado… apuntan al homicidio de un amplio grupo de personas“. Y presentó una parte de las declaraciones de los detenidos.
Los 3 presuntos autores materiales declararon que recibieron a un “número de personas que no pueden precisar con exactitud”; uno de ellos estimó que eran “más de 40 personas”.
Dos de los detenidos declararon que del grupo que les entregaron, algunos llegaron sin vida o inconscientes.
Los 3 detenidos señalan que en el basurero de Cocula quemaron los cuerpos, arrojándoles diesel, llantas, leña, plástico…
“Los enterraron con todo y ropa, los quemaron con toda y ropa”, apuntó Karam.
Los peritos que analizaron el lugar encontraron “fragmentos de restos humanos”, indicó el funcionario.
La orden de quien apodan “el Terco” -de Guerreros Unidos- fue de fracturar los huesos calcinados. Las bolsas fueron arrojadas en el río San Juan, desde una barranca.
En la búsqueda en el río San Juan “encontraron restos en las bolsas“, y confirmó que eran restos humanos.
El procurador adelantó que se harán estudios mitocondriales en Austria, “tan complicados, por la extrema calcinación de los restos” y no se puede especificar fecha definida para la entrega de resultados, que confirmen la identidad de las personas asesinadas.
“No hay evidencia alguna de que los estudiantes de Ayotzinapa formaran parte de grupo criminal alguno”, advirtió Murillo.
“Es triste presentar estas imágenes… esto que no se debió dar, no se puede repetir”, consideró.
Sobre la reunión que tuvo este viernes con padres de los normalistas, Murillo dijo que fue “tranquila, dolorosa, para mí muy triste, verdaderamente triste”.
A 33 días de las investigaciones del gobierno federal, mencionó los avances en las pesquisas y destacó la detención de Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos, así como la del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa. En el caso de Abarca, refirió que se reservó a hacer declaraciones, luego de ser detenido. ”Detendremos a todos los involucrados”, prometió.
Respecto a la actuación del Ejército, indicó que se mueve “sólo con órdenes”; consideró que fue mejor que no actuara en los hechos del 26 de septiembre, pues pudieron haber obedecido a la autoridad local, es decir, al entonces alcalde de Iguala.
“El acto final muestra el deseo de no dejar el menor rastro”, explicó. Fue “todo un intento de borrar cuanta pista había. Esta es una investigación exitosa en un tiempo razonable”, aseguró Murillo Karam.