El Banco Mundial utiliza un sistema de medición llamado Índice de Preparación de Riesgos (IPR), con el que evalúa la eficiencia de una administración para enfrentar desastres naturales. El índice va del 0 (preparación nula) al 100 (óptima cobertura) . México obtuvo 56, lo que lo ubica en el lugar 61.
Por su lado, China, el país más azotado por desastres, con 234, obtuvo un IPR de 69.
Entre 133 naciones, México ocupa el lugar 9 en frecuencia de catástrofes naturales (inundaciones, terremotos, tormentas, huracanes, sequías, etc.). Entre 2003 y 2012, en el país se registraron 55 eventos de esta clase. Sin embargo, pese a esta vulnerabilidad más que comprobada, el gobierno sigue siendo ineficaz al implementar políticas de prevención que contemplen al menos la regulación sobre construcciones en zonas de riesgo.
Esta lamentable evaluación se suma a las observaciones recientes hechas por expertos, como Iván Restrepo, en torno a la ineptitud de las autoridades federales y locales para hacer frente a fenómenos tales como Manuel e Ingrid. Según Restrepo, en México se detinan 30 veces más recursos para enfrentar las consecuencias de los desastres que para prevenirlos.