El panorama político de Reynosa se ha visto sacudido por el anuncio del diputado local Marcos Gallegos, quien ha manifestado su intención de contender por la Presidencia Municipal bajo el cobijo de la estructura del PAN.
Esta decisión ha generado una serie de cuestionamientos sobre su coherencia y sus verdaderas intenciones.
Es relevante señalar que a pesar de ocupar la comisión de seguridad, Gallegos ha sido criticado por no haber tomado medidas efectivas en beneficio del pueblo de Reynosa y especialmente en lo que respecta a los discapacitados a los que enarbola en épocas electorales.
Lo que llama la atención es la incongruencia entre el discurso y la práctica de Gallegos, por un lado, se presenta como un defensor del cambio y la transformación, y critica a quienes han gobernado Reynosa en los últimos años, sin importar el partido al que pertenezcan.
Por otro lado, no tiene reparos en aceptar el apoyo económico y logístico del PAN y sus personajes más controvertidos, como Chuma y el camaleónico Alberto Lara Bazaldúa, líder del sindicato de maquiladoras, quien cambia de afiliación partidista según su conveniencia.
Esta alianza evidencia la falta de principios y valores de Gallegos, quien parece dispuesto a venderse al mejor postor con tal de alcanzar su ambición de convertirse en alcalde de Reynosa, sin importarle las consecuencias políticas y sociales de su decisión.
Como dice el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién eres.” ¿Qué garantía hay de que Gallegos no traicione también MORENA una vez que llegue al poder? ¿Qué intereses personales y financieros está defendiendo Gallegos a cambio del respaldo del PAN y de Lara Bazaldúa? ¿Qué beneficios obtendrán estos actores políticos a costa de los trabajadores y sus derechos?
Estas son algunas de las interrogantes que se plantean ante la candidatura de Gallegos, quien carece de una estructura política propia que lo respalde y que depende totalmente del PAN y de los obreros de maquiladora para obtener votos.
Esta situación implica el riesgo de que Reynosa tenga una administración municipal dividida y confusa, con una mezcla de colores partidistas entre Morena y el PAN, que podría generar conflictos y decisiones politizadas en lugar de atender las necesidades de la comunidad.
Además, existe la posibilidad de que Chuma y Alberto Lara o sus aliados ocupen puestos clave en la presidencia municipal y COMAPA, lo que podría derivar en un desvío de recursos para recuperar la inversión en campañas electorales, dinero que Lara no devolverá a los obreros, quienes sin su consentimiento y desconocimiento perderían gran parte de sus cuotas, por el apoyo de su líder a Marcos Gallegos.
Ante este escenario, es necesario que la ciudadanía de Reynosa esté informada y alerta sobre la candidatura de Marcos Gallegos, quien ha demostrado una falta de integridad y compromiso en su actuar político, y cuyas consecuencias podrían ser nefastas para la ciudad y sus habitantes.
También, es importante investigar la relación de los hermanos de Gallegos con la industria restaurantera, ya que, según fuentes, de no tener nada ahora han adquirido varios restaurantes en los últimos años, lo que plantea la pregunta de si esta candidatura podría beneficiar esos intereses.
