Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, denunció este sábado en Atenas el “acoso” al personal del Departamento de Estado durante la investigación parlamentaria que podría derivar en un proceso de destitución del presidente Donald Trump.
El Congreso “ha maltratado a los empleados del Departamento de Estado contactándolos directamente e intentando conseguir documentos”, declaró a la prensa. “Es acoso y no lo permitiré”, añadió.
Respecto a la investigación, Mike Pompeo prometió ser “más reactivo” y proporcionar “todos los documentos requeridos por la ley”.
Pompeo confirmó este miércoles en Roma haber participado en la llamada telefónica, el 25 de julio, entre Trump y Volodimir Zelenski, durante la cual el presidente estadounidense le pedía investigar al hijo de Joe Biden por presunta corrupción.
Los demócratas intentan demostrar que Trump presionó a Ucrania para intentar perjudicar a Joe Biden, el mejor situado para disputarle la reelección en 2020. Por ello interrogan a altos cargos del departamento de Estado y piden a Pompeo que facilite los documentos que necesitan.
Firma de acuerdos
Por otro lado, Pompeo se encuentra en Grecia para firmar un acuerdo de defensa, estimó que ese país puede ser un “pilar de estabilidad en la región”, en medio de las actuales tensiones con Turquía.
La visita del secretario de Estado provocó una movilización de miles de manifestantes anti-estadounidenses.
“Grecia puede desempeñar un papel estratégico importante en la región” y “puede ser un pilar de estabilidad”, declaró Mike Pompeo, junto al primer ministro Kyriakos Mitsotakis.
En momentos en que Turquía presiona en el este del Mediterráneo, esta visita busca reforzar la cooperación con Grecia, un aliado tradicional e histórico de Estados Unidos en la región y miembro de la OTAN.
Ambos países firmarán un acuerdo para “poner al día la cooperación en materia de defensa”, según fuentes gubernamentales estadounidense y griegas.
Esta visita es la última etapa de una gira de Pompeo, que pasó por Italia y los Balcanes, zona en la que Occidente, y sobre todo Washington, intentan contrarrestar la influencia rusa.
