En su afán por despresurizar las cárceles norteamericanas, Estados Unidos está lanzando a territorio nacional a aquellos delincuentes mexicoamericanos “y hasta a muchos que ni siquiera mexicanos son”, los cuales se han convertido en los residentes del bordo, ese punto donde se concentran cientos de deportados, migrantes y delincuentes.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Avenida Revolución, Julián Palombo, informó lo anterior y precisó que buena parte de estos delincuentes han purgado condenas breves en las prisiones de California, pero han sido “preliberados” ante la problemática presupuestal que enfrenta el gobierno federal norteamericano.