· Investigación de la UAT registra por primera vez en México el “Diachus chlorizans”, localizado en una zona de alta prioridad para la conservación de la biodiversidad.
En un trabajo de campo realizado en el Ejido Santa Ana, del municipio de Victoria, investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) descubrieron una nueva especie de escarabajo cuya presencia es registrada por primera vez para México.
El escarabajo de la especie Diachus chlorizans, solamente había sido registrado para Estados Unidos, y en este caso, ha sido descubierto en una zona catalogada como de alta prioridad para la conservación en nuestro país.
El área del hallazgo está incluida en la provincia biogeográfica de la Sierra Madre Oriental y converge hacia el sur con el Cañón de la Peregrina, el cual se encuentra dentro del Área Natural Protegida (ANP) “Altas Cumbres”.
“La zona se ubica dentro de uno de los 15 nodos panbiogeográficos de México, por lo que representa un área con alta prioridad para la conservación”, expresó el Ingeniero en Ciencias Ambientales, José Norberto Lucio García, quien reportó el hallazgo en su tesis, “Efecto de la estacionalidad y el microclima sobre Chrysomelidae (coleóptera) en un bosque tropical subcaducifolio de Victoria, Tamaulipas”.
Por su trabajo como tesista, el joven investigador universitario recibió reconocimientos de la Sociedad Mexicana de Entomología (SME) y de la Academia Tamaulipeca de Investigación Científica y Tecnológica A.C. (ATICTAC).
En su labor, destacó también la asesoría del Dr. Santiago Niño Maldonado, investigador del Cuerpo Académico Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la UAT; del Doctor Uriel Sánchez Reyes y la técnica Sugeidi San Juanita Torres.
Respecto al trabajo desarrollado en esta investigación, el Dr. Santiago Niño refiere la importancia de registrar por primera vez para México al escarabajo Diachus chlorizans de la familia Chrysomelidae (coleóptera).
“Se trata de un escarabajo milimétrico, alcanza a medir 2 milímetros. No conocemos bien su ciclo biológico, ni sus hospederos, la importancia radica en mantener las poblaciones vegetales de donde ellos se alimentan”, indicó.
Comentó que existe un rezago en estudiar grupos de artrópodos y de los insectos que se relacionan con ellos, desconociéndose todavía mucho de estas especies, por lo que subrayó la importancia de que las nuevas generaciones sigan investigando estos temas, y que como en este caso, desembocó en el descubrimiento de una nueva especie para México.
“La importancia de estos trabajos, por ejemplo de las especies de Chrysomelidae, es conocer cuáles son plagas y cómo mantenerlas en el ecosistema sin que causen daño; cómo podemos controlarlas o detectar otras especies para control biológico”, comentó.
Agregó por otro lado que es muy importante, para la formación de nuevos perfiles en investigación, apoyar los proyectos de los tesistas que han arrojado estos nuevos resultados.
En este sentido, apuntó que actualmente se trabaja con otros cuatro jóvenes, 3 de licenciatura y una alumna de maestría, en una investigación en un ejido de la Sierra Madre, entre Ciudad Victoria y Jaumave.
“La idea es conocer la diversidad que existe en la zona. Están trabajando con reptiles, diversidad de hormigas, mamíferos medianos y grandes, se están poniendo trampas de intersección y cámaras trampa para poder detectar las poblaciones que están ahí”, concluyó.