El Departamento de Salud de Nueva York anunció este martes el fin de la epidemia de sarampión en esa ciudad, en la que resultaron afectadas 654 personas, ya que se cumplieron 42 días sin encontrar evidencias de nuevos casos.
El brote masivo de sarampión en Estados Unidos comenzó desde el pasado mes de octubre, provocando una emergencia sanitaria en abril y afectando en su mayoría a menores de 18 años.
El próximo jueves iniciará el año escolar en Nueva York, por lo que los barrios implicados como Brooklyn, el extremo oeste de Long Island, y más específicamente Williamsburg, sobre todo entre la comunidad judía ortodoxa, se ordenó la vacuna obligatoria para frenar el contagio de la enfermedad.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, emitió un comunicado señalando que “cuando las escuelas se preparan para reabrir esta semana, debemos permanecer vigilantes. Para proteger a nuestros niños y nuestros barrios”, por lo que llamó a todos los neoyorquinos a vacunarse.
El presidente de la comisión de salud del consejo municipal, Mark Levine, informó que la lucha contra la negación de la ciencia sigue. La ciudad ha gastado más de seis millones de dólares y ha movilizado a más de 500 trabajadores para hacer frente a esta epidemia, la cual ingresó a Estados Unidos con viajeros provenientes de Israel.
Entre el 1 de enero y el 29 de agosto de 2019 se notificaron alrededor de mil 234 casos en los 31 estados de la Unión Americana, la cifra más alta desde 1992, según el Centro de Control de Enfermedades.
No obstante, la alcaldía de Nueva York destacó que, a pesar de que la epidemia se dio por finalizada este martes, la amenaza del sarampión sigue presente, por lo que las personas y las instituciones deben permanecer vigilantes en ese contexto mundial.