.- El proyecto contempla duplicar la capacidad vehicular del cruce fronterizo más importante de América Latina, consolidando a Tamaulipas como eje estratégico del comercio internacional
Por: Martín Juárez Torres
Nuevo Laredo, Tamaulipas, 21 de mayo de 2025
Con la mira puesta en convertir a Tamaulipas en un eje de desarrollo logístico de nivel mundial, el Gobierno del Estado se alista para iniciar en 2026 una de las obras más relevantes en materia de infraestructura fronteriza: la ampliación del Puente Internacional Nuevo Laredo III, también conocido como el Puente del Comercio Mundial.
De acuerdo con la Secretaría de Obras Públicas (SOP), el proyecto cuenta con un 90 por ciento de aprobación por parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y contempla la construcción de un nuevo cuerpo que elevará la capacidad operativa del cruce de 8 a 18 carriles.
El titular de la SOP, Pedro Cepeda Anaya, informó que durante el año 2024 se entregaron dos paquetes de información técnica, jurídica y financiera ante la SICT con el objetivo de ampliar la concesión vigente, la cual vence en julio de 2026. A ello se suman los estudios preliminares concluidos, como la Manifestación de Impacto Ambiental, que fue aprobada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como la gestión del pago por derecho de vía.
“Este puente realiza operaciones de comercio internacional y por su ubicación figura como el principal cruce fronterizo de América Latina”, afirmó Cepeda Anaya.
La ampliación tiene como finalidad responder al alto flujo vehicular que registra esta infraestructura estratégica, así como fortalecer la eficiencia logística en los corredores México-Nuevo Laredo y Estados Unidos, en un contexto donde el comercio exterior y la relocalización de industrias (nearshoring) adquieren mayor relevancia.
La obra consolidará a Nuevo Laredo como el punto fronterizo más importante para la distribución de mercancías hacia y desde los centros industriales de México, Estados Unidos y Canadá, reduciendo costos y tiempos de traslado para las empresas exportadoras.
Esta intervención se proyecta no solo como un beneficio regional, sino como un paso firme hacia el posicionamiento de México como una potencia en comercio internacional.