La cifra de muertos por las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por las intensas lluvias monzónicas se elevó a 138 en los estados de Uttarakhand y Himachal Pradesh, en el norte de India.
El tiempo mejoró en las últimas horas en la mayoría de las zonas devastadas por las lluvias que cayeron desde el sábado pasado, un mes antes del inicio tradicional de la temporada monzónica.
Colindante con la zona del Himalaya, los dos estados norteños han registrado los peores daños, mientras unas 70 mil personas, entre turistas y fieles continúan atrapados en lugares y centros de peregrinación.
Según los pronósticos del Departamento de Meteorología las precipitaciones han cedido, pero las labores de salvamento por parte del ejército y de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) se han visto obstaculizadas.
Cientos de deslizamientos de tierra registrados en particular en Uttarakhand, la entidad más afectada, han provocado bloqueos en carreteras y caída de puentes, lo que tiene incomunicado a decenas de poblaciones.
Las tareas de rescate dependen casi en exclusivo de helicópteros y de vehículos anfibios, pero estos son insuficientes dada la magnitud de la tragedia.
El primer ministro de India, Manmohan Singh, dijo por Twitter que el ejército y la fuerza aérea están ayudando a rescatar a los sobrevivientes.
Las lluvias torrenciales empezaron a azotar en la región el sábado pasado y funcionarios locales dijeron que 40 campos de refugiados se han establecido para proporcionar alimentos y agua a los lugareños y turistas.
Miles de viviendas en Uttarakhand e Himachal Pradesh han sido barridas por las inundaciones, y todavía se desconoce el número de personas damnificadas, reportó el canal privado de televisión NDTV.
De acuerdo con informes de prensa, el número de muertos podría ascender en las próximas horas en Uttarakhand, luego que las autoridades estatales confirmaron que 500 personas se encuentran desaparecidas.
El monzón un viento estacional que en verano sopla de sur a norte cargado de lluvia, trae cada año a India alrededor del 70 por ciento de las precipitaciones anuales en el país, de vital importancia para su economía basada en la agricultura.