“Hemos alcanzado espesores de más de 500 micras, y hemos mantenido el tejido hepático en un estado totalmente funcional con el comportamiento fenotípico nativo durante al menos 40 días”, explicó Mike Renard, vicepresidente ejecutivo de Organovo, compañía dedicada al desarrollo de órganos con ayuda de la ‘bioimpresión’, que el pasado mes de abril había anunciado la creación de hígados en miniatura.
La impresión de tejidos humanos es extremadamente difícil debido a que las células necesitan constantemente oxígeno y nutrientes para sobrevivir, pero los especialistas de Organovo insisten en que han tenido éxito en la creación de un tejido vivo del grosor de cinco hojas de papel.
Inicialmente, el hígado de tamaño natural impreso en 3D estará destinado a la investigación, por lo que su uso estará limitado a los laboratorios para pruebas médicas, por ejemplo en lo que se refiere a investigación de nuevos medicamentos.
“Es demasiado pronto para especular sobre la amplitud de las aplicaciones que la ingeniería de tejidos proporcionará en última instancia, o sobre la eficacia que se logrará”, dijo Renard a Computer World.
Si bien los comentarios de Renard pueden estar destinados a no crear falsas expectativas, el éxito de Organovo sería una buena noticia para las personas que necesitan trasplantes de órganos en todo el mundo, y que ya sea por falta de recursos o por falta de donantes han visto dilatar los plazos para recibir un órgano que les salve la vida.