Una balacera desde un vehículo en movimiento dejó seis soldados egipcios muertos el lunes en El Cairo, poco después de que un coche bomba explotara en las oficinas de seguridad en un poblado del sur del Sinaí, lo que provocó el fallecimiento de tres personas y que decenas quedaran heridas.
El mismo día, por lo menos dos granadas propulsadas por cohete se impactaron en un complejo que alberga la estación en tierra del principal satélite del país, en un suburbio del sur de la capital egipcia, informaron oficiales de seguridad.
Los ataques ocurrieron un día después de que decenas de personas fallecieran durante la conmemoración del inicio de la guerra de 1973 en Medio Oriente, festejo que terminó en letales enfrentamientos en todo Egipto, aunque no se sabe por el momento si la violencia del lunes está relacionada.
Un grupo salafista radical amenazó el viernes en un comunicado que matará a cualquiera que colabore con la actual ofensiva del ejército contra milicianos en el norte del Sinaí, pero ni el grupo ni otras facciones radicales se responsabilizaron de los ataques del lunes.
El ataque al amanecer en el corazón de la estación, en el arbolado suburbio de Madi en El Cairo, sólo causó daños menores a uno de los gigantescos platos satelitales en el complejo. Pero su importancia va más allá, en parte porque llegó al corazón del centro de telecomunicaciones del país, lo que lo convierte en el ataque más serio ocurrido en la capital desde que el mes pasado hubo un intento de asesinato contra el ministro del Interior afuera de su casa en el este de El Cairo.
Un oficial de seguridad en el lugar dijo que el ataque no afectó las comunicaciones, pero reconoció su naturaleza “descarada”.
“Estamos esperando algo peor”, pronosticó el funcionario, quien habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar los medios de comunicación.
En el ataque al este de la capital, los seis soldados, incluido un teniente, patrullaban en una camioneta cerca de la ciudad de Ismailia, en el Canal de Suez, cuando hombres enmascarados abrieron fuego desde otro vehículo y los mataron a todos, dijeron oficiales de seguridad que no dieron su nombre porque no podían hablar con los medios de comunicación.
La explosión en el sur del Sinaí en la sede de seguridad en el pueblo de el-Tor dejó al menos tres muertos y 55 heridos, lo que muestra que podrían extenderse los ataques efectuados por los extremistas islámicos que ya están activos en el norte de la península.
Los ataques que han ocurrido prácticamente todos los días contra soldados y fuerzas de seguridad en la volátil península del Sinaí se parecen cada vez más a una insurgencia totalmente constituida, en especial en los tres meses desde que fue destituido el presidente islamista Mohamed Morsi.