Motín de presos deja 15 muertos en Bolivia.

a688fd88ccd5a081bdae9286257cf0b420130823Un enfrentamiento entre reos por el control de un atestado penal ubicado en el oriente de Bolivia dejó al menos 15 muertos y unos 50 heridos el viernes, informó el comandante nacional de la policía Alberto Aracena.

“Aproximadamente son 15 las personas que han perdido la vida, entre ellas un menor, pero todavía no se ha cuantificado. Los fiscales están haciendo el recuento”, dijo Aracena luego de que la policía lograra controlar la revuelta.

Según precisó, reos del pabellón B de la cárcel de alta seguridad de Palmasola en Santa Cruz, 540 kilómetros al este de La Paz, hicieron explotar dos balones metálicos de gas licuado provocando un incendio en el pabellón A en la madrugada, cuando muchos reos todavía dormían.

“Hubo una pugna de poder, varios reos murieron calcinados”, dijo. Rescatistas de la policía todavía buscaban cuerpos entre los escombros calcinados de uno de los pabellones. Una llovizna ayudó a sofocar las llamas.

La policía sofocó primero el incendio y después sometió a los reos. La situación ya está controlada, dijo Aracena.

La televisora PAT mostró imágenes de numerosos reos con el cuerpo desnudo tendidos en el piso, muchos de ellos quejándose de dolor por las quemaduras. Algunos saltaban de los techos en medio de una columna de humo. Tras la explosión se escucharon disparos, según testigos.

Fuera del penal, familiares de los reos gritaban y lloraban exigiendo a las autoridades una lista de las víctimas. Fuentes médicas del Hospital Francés, cercano al penal, informaron que varios heridos llegaron en estado grave.

A media mañana varios niños que viven con sus padres en el penal fueron evacuados. No se precisó el número de rescatados.

Un reo que se comunicó por teléfono con la televisora Unitel y que no dio su nombre, contó que un preso apodado “Cindi” comandó el ataque al pabellón A, liderado por su rival el “30-30”. Dijo que el ataque se produjo porque el “30-30” se negó a recibir a un nuevo reo primo de “Cindi”.

En los penales de Bolivia es habitual que los reos cobren un “alquiler” a los recién ingresados. La policía controla los penales pero en Palmasola, uno de los más atestados del país, los reos se gobiernan por sus propias reglas que lindan con la corrupción y el delito. Son frecuentes las denuncias de cobros ilegales y comercio de alcohol y drogas por parte de grupos de poder. Similar situación se da en otros penales de las principales ciudades.

Unos 3.500 reos viven en Palmasola, el mayor penal del país, ubicado en las afueras de Santa Cruz, la principal ciudad de Bolivia.

Hasta junio, unos 2.000 menores vivían con sus padres presos en varias cárceles de Bolivia. El gobierno y organismos defensores de la niñez acordaron un plan para evacuarlos después de que el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó el caso de único en el mundo.

La Ley de Régimen Penitenciario permite que menores de 6 años puedan permanecer con sus padres en las cárceles si no tuvieran familiares que puedan acogerlos. Un 60% de los aproximadamente 13.000 reos en todo el país son por tráfico de drogas y son numerosos los casos en los cuales el padre y la madre están presos por el mismo delito.

Un estudio privado de la Fundación Construir dijo que entre 2002 y 2012 la población carcelaria se duplicó y que el 84% de los detenidos no tiene condena por mora judicial.

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