Estados Unidos espió las comunicaciones de la mandataria brasileña Dilma Rousseff y del entonces candidato y ahora presidente de México, Enrique Peña Nieto, según documentos de inteligencia revelados el domingo por la televisión Globo de Brasil.
Una presentación de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA, por sus siglas en inglés), parte de los documentos filtrados por el exinformático Edward Snowden, destaca el “éxito” de la intervención de las comunicaciones de Rousseff y Peña Nieto.
En un reportaje del canal Globo, con la participación del periodista estadounidense Glen Greenwald, se desglosó un documento de junio de 2012 titulado: Infiltración inteligente de datos, estudio de caso Brasil y México.
La NSA quería “mejorar su comprensión de los métodos de comunicación” entre Rousseff y sus asesores a través de un programa que permite acceder a todo el contenido visitado por la mandataria en la red.
Fue “una infiltración simple y eficiente que permite tener datos que no están disponibles de otra forma”, se leía en parte de las láminas mostradas por Globo, que destacaron que la práctica “puede ser repetida”.
“Está muy claro, con estos documentos que el espionaje fue hecho, porque ellos no están discutiendo eso como una cosa que se está planificando, están celebrando el éxito del espionaje”, comentó Greenwald.
El espionaje a Peña Nieto, que asumió el poder en México en diciembre pasado, se hizo mientras era candidato a la presidencia y favorito en las encuestas. Se obtuvo acceso además de sus correos electrónicos y llamadas telefónicas, a sus mensajes de texto.
En la presentación se mostraron mensajes intervenidos en los que Peña Nieto adelantaba nombres de posibles ministros.
Según Globo, la presidenta Rousseff tuvo una reunión este domingo en Brasilia para analizar el tema y se habría decidido convocar nuevamente al embajador estadounidense Thomas Shannon para dar más explicaciones.
“Si son comprobados estos hechos sería una situación inadmisible, inaceptable, porque calificarían como una clara violencia a la soberanía de nuestro país”, dijo el ministro de Justicia Jose Eduardo Cardozo, que se reunió esta semana en Washington con el vicepresidente estadounidense Joe Biden para discutir las anteriores denuncias de espionaje.
En julio, el diario O Globo, basado también en documentos de Snowden, reveló que Brasil formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.