El “Black Friday”, considerado el día de mayores ofertas en los Estados Unidos, es una tradición que rápidamente ha sido adoptada por consumidores mexicanos.
La tijuanense Laura Aguirre es la primera persona en fila para una conocida tienda de electrónicos en San Diego que ofrecerá descuentos de hasta el 80 por ciento a partir del Día de Acción de Gracias.
En el lugar, espera dentro de una casa de campaña desde hace tres días, haciendo relevo con distintos miembros de la familia, donde las bajas temperaturas durante la noche no han sido impedimento; leer, se ha convertido en la mejor actividad para pasar el tiempo.
“Vienen por las ofertas de Black Friday, están interesados en comprar unas tablets que van a estar en especial y una televisión. Cuando mi hijo se va a la escuela yo vengo a cubrirlo o viene mi hija, amigos que lo relevan en lo que él estudia”
Esta no es la primera vez que la familia Aguirre hace el viaje para aprovechar estas rebajas.
“El año pasado lo hizo (su hijo), le tocó como el tercer lugar y ahora él quiso ser el primero, ese día igual se formó y después llegaron más personas.”
Al respecto, el doctor Alejandro Díaz Bautista, catedrático del Colegio de la Frontera Norte, estimó que Estados Unidos podría obtener ganancias por 60 mil millones de dólares durante este fin de semana largo, que por primera vez iniciará desde el jueves, cuando algunas tiendas ya abrirán sin importar que se trate del Día de Acción de Gracias.
“Tiendas van a abrir desde las 8 de la noche, también se da garantía de precios por hora para que no haya heridos con estampidas en las tiendas como ha pasado en otros años. Este fenómeno económico social sí es uno de los días más importantes en términos económicos para San Diego y el sur de California, con el empuje que le dan los consumidores transfronterizos.”
Se estima que en promedio, un tijuanense gasta entre 300 y mil dólares durante el Black Friday en centros comerciales y tiendas de San Diego.
Iniciativas como el Buen Fin no han logrado cautivar a los residentes de Baja California, que prefieren invertir su dinero en productos más baratos a unos pasos de la frontera, lo que hace cada vez más grande, la llamada fuga de consumidores, que se estima es de 6 mil millones de dólares al año.