Miguel Alemán, Tam.- La política del presidente de México, Enrique Peña Nieto, es pésima, es enemigo del pueblo mexicano, pues cada día que pasa empobrece más al país con la autorización de aumentos a la gasolina, la energía eléctrica y del gas LP que registró un incremento de 17 centavos.
En el primer gasolinazo del año, la gasolina Magna pasó de los 10 pesos con 21 centavos, a los 10 pesos con 38 centavos, es decir un verdadero ataque al pueblo de México, con un incremento de 17 centavos por litro. Ni Felipe Calderón Hinojosa se atrevió a una cosa así, los aumentos eran de 4 centavos y cuando mucho, llegaron a los nueve centavos, pero no más. La Secretaría de Hacienda ya adelantó que a partir de 2015, los precios de las gasolinas y del diésel se ajustarán con base a la inflación esperada, que de seguro va ser muy elevada.
EPN prometió que al ser aprobada su Reforma Energética, bajaría el precio de la gasolina, el gas y la luz. En los primeros días del año vemos que esto es totalmente falso. El 2014 nos trajo un impuesto de 8 por ciento a alimentos “chatarra”. Gravamen a refrescos, bebidas azucaradas, concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores, las cuales contengan cualquier tipo de azúcares añadidas. IVA de 16 por ciento en goma de mascar. Aumento en el pago de ISR. IVA de 16 por ciento compra de mascotas y alimento para ellas. IVA al boleto de autobús. Y lo peor para nuestra frontera el aumento del IVA del 11 al 16 por ciento.
Esto esta propiciando una serie de aumentos de precios que no solo son del 5% más, sino que algunos establecimientos están haciendo su Agosto en Enero inflando más los precios, aprovechando que todo subió. Y para colmo de males los negocios intermedios o pequeños tendrán que comprar un sistema caro para realizar la facturación electrónica. Como le van a hacer una pequeña papelería, la tendida de la esquina, las fondas, los taqueros..?. Solo tendrán 2 caminos o cierran o seguirán laborando informalmente. Los REPECOS desaparecerán y la informalidad crecerá.
El alza en impuestos y una mayor fiscalización no han librado a los mexicanos de servicios públicos de mala calidad, el Gobierno debe empezar por gastar mejor para generar legitimidad. El problema es que aquí llegó primero el alza en los impuestos sin gastar bien. La mala calidad en los servicios públicos representa un doble impuesto para la gente, que debe pagar de su bolsillo para compensar las deficiencias; por ejemplo, al enviar a sus hijos a escuelas privadas. Las tasas de impuestos en México son de primer mundo, pero con una oferta de servicios y obra pública tercermundistas.
Los impuestos se deberían reflejar en servicios de calidad y no en gasto corriente como sucede actualmente. Que un mexicano pague más impuestos como el ISR que en otros países como Estados Unidos, se debe a que los vecinos del norte tienen permitidos créditos y deducciones que en México no hay.
