Buzos italianos recuperaron el lunes otros 17 cadáveres de una embarcación de contrabandistas que se hundió con unos 500 inmigrantes africanos a bordo.
Con ello suman 211 los muertos confirmados de la tragedia del jueves antes que las condiciones meteorológicas adversas frente a la isla meridional italiana de Lampedusa obligaran a suspender las operaciones de recuperación.
Solamente 155 personas sobrevivieron. Al parecer, decenas de cadáveres aún se encuentran atrapados en el casco de la embarcación de 18 metros (59 pies) de eslora, que descansa en el Mediterráneo a 47 metros (154 pies) de profundidad.
El lunes fue el primer día que los buzos entraron en el casco. Filippo Marini, capitán de la Guardia Costera, estimó que serán necesarios otros dos días para completar la búsqueda y recuperación de cuerpos.
“Los cadáveres han sido recuperados fuera del barco y dentro de la cabina de la nave. Ahora tenemos que ingresar a la bodega”, dijo Marini.
La Guardia Costera esperaba reanudar la búsqueda el lunes por la tarde si el clima mejora.
El buzo Riccardo Nobile, que realizó múltiples zambullidas el domingo cuando fueron recuperados 83 cadáveres, dijo que la tarea dentro del casco es mucho más complicada. Los buzos sólo pueden estar sumergidos de siete a 10 minutos, según lo permitan las condiciones climatológicas.
“Me encontré durante más de una hora entre estos cadáveres. Era difícil mirarles directamente a la cara, ver sus heridas, ver las expresiones atormentadas, sus brazos extendidos”, dijo Nobile, que también en varias ocasiones estuvo a bordo de un bote mientras otros buzos trabajaban. “Fue extremadamente difícil. Pero este es nuestro trabajo”.
El bote llegó a poca distancia de Lampedusa, una diminuta isla en el extremo meridional de Italia, tras zarpar de Libia dos días antes. Al zozobrar la embarcación centenares de personas cayeron al mar, muchas de las cuales no sabían nadar.
Decenas de miles de inmigrantes de África y Oriente Medio intentan surcar cada año el Mediterráneo en busca de una vida mejor en Europa. Centenares mueren en el proceso.