Una decena de ciudades francesas acogieron hoy manifestaciones contra la legalización del matrimonio homosexual, diez días después de la aprobación de ese texto y un día antes de que se cumpla el primer aniversario de la elección del presidente, François Hollande.
Un momento simbólico en el que los opositores a esta ley han querido mostrar que mantienen su movilización contra la misma pese a que el texto está sólo a expensas de la aprobación por parte del Consejo Constitucional y de la promulgación presidencial.
“No bajamos los brazos, todavía hay tiempo para que la ley sea retirada”, aseguró la líder de los que rechazan el matrimonio entre personas del mismo sexo, Frigite Barjot.
Las manifestaciones, menos importantes que las que tuvieron lugar durante el trámite parlamentario de la ley, se desarrollaron en París, Rennes, Lyon, Montpellier, Toulouse, Dijon, Lille o Amiens, entre otras ciudades.
El objetivo de los organizadores no era reunir una gran cantidad de manifestantes, si no mostrar que la movilización prosigue una vez la ley ha acabado su trámite parlamentario.
Esperan de nuevo reunir cientos de miles de personas el próximo día 26, cuando Francia celebra el día de la madre y cuando han convocado una nueva gran manifestación en París.
Su manifestación de hoy contaba con la competencia de otra gran marcha convocada por la extrema izquierda para pedir un giro progresista a la política del Gobierno y el final de la austeridad.
La ley del matrimonio homosexual fue definitivamente aprobada el pasado día 23 gracias a la mayoría de izquierdas en las cámaras legislativas.
La oposición conservadora interpuso un recurso ante el Consejo Constitucional, que está pendiente de ser revisado.