Casi 700 personas han muerto en la lucha entre los insurgentes en las zonas controladas por la oposición en el norte de Siria en los últimos nueve días, dijeron los activistas.
La lucha entre el Estado Islámico de Irak y el Levante, grupo ligado a al-Qaida, y una gama de facciones insurgentes islamistas y más moderadas es el brote de violencia más serio entre las fuerzas armadas de la oposición desde que comenzó el conflicto sirio.
El Observatorio Sirio de los derechos Humanos, con sede en Londres, dijo el domingo que por lo menos 697 personas han muerto desde que comenzó la lucha el 3 de enero. La cifra incluye 351 combatientes de las brigadas islamistas y las más importantes de la oposición, 246 del “Estado Islámico” y 100 civiles.
El grupo ligado a al-Qaida se confrontó con otras facciones debido al empleo de tácticas brutales a fin de adoptar una rígida interpretación de la ley islámica, y mediante el secuestro y asesinato de oponentes.