NUEVO LAREDO, Tam., 22 de Marzo. — Los padres y hermanos de dos jóvenes, que estaban desaparecidos, después de haber sido privados de la libertad por personal de la Secretaria de Marina-Armada de México, encontraron una fosa clandestina, en la cual estaban enterrados.
Miguel Angel Ramirez Ruiz y Margarito Cárdenas Martinez, son las dos nuevas víctimas de desaparición forzada y ejecución extrajudicial. Hace tres días, se encontró un cuerpo en el mismo sector.
Fue en el kilómetro 125 de la Carretera a Colombia, Nuevo Leon, que une las carreteras a Anáhuac y Piedras Negras, donde los familiares de ambos jóvenes los buscaban.
María Imelda Ruiz Romero y Ricardo Ramirez, padres de Miguel Angel, habían denunciado su desaparición ante la Fiscalía Especializada en Atención a Personas no Localizadas o Privadas de su libertad de la Procuraduría General de Justicia.
Junto con Pedro Mariano Escobar Martinez, hermano de Margarito Cárdenas Martinez y otros familiares, realizaban la búsqueda de ambos jóvenes, que tras su “arresto” por parte de la SEMAR estaban desaparecidos.
“Andábamos en la búsqueda de mi hermano y del otro muchacho, estaban cerca del lugar donde el martes se localizó a una persona muerta; vimos que había muchas aves de rapiña volando, nos acercamos y encontramos la fosa donde estaban los dos”, enfatizo Pedro Mariano.
Agrego que su consanguíneo estaba desaparecido desde la madrugada del viernes, cuando fue “detenido” por elementos de la Marina.
“Sus amigos, nos dijeron que lo habían levantado los Marinos, pero nunca lo pusieron a disposición de alguna autoridad”, aseguro Pedro Mariano.
María Imelda Ruiz Romero, madre de Miguel Angel Ramirez Ruiz, de 18 años, empleado de un taller, señaló que su hijo salió la madrugada del jueves (para amanecer viernes) y se dirigía de la colonia Itavu al IMSS a visitar a su abuelo, que estaba internado.
“Los vecinos vieron que hubo una balacera y que la Marina se los llevo, pero nadie quiere ayudarnos, porque tienen miedo”, señaló la afligida madre de familia.
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