Agentes de la Patrulla Fronteriza han realizado registros ilegales, detenciones indebidas y han empleado fuerza excesiva contra ciudadanos estadounidenses en la frontera entre Arizona y Texas, y en muchos casos a kilómetros (millas) de la frontera con México, denunció el miércoles una importante agrupación defensora de derechos civiles.
La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Civiles, conocida por sus iniciales ACLU, pidió al gobierno federal que investigue tales denuncias de violaciones “constantes y prologadas” de derechos constitucionales.
En una carta enviada el miércoles al Departamento de Seguridad Nacional, la ACLU menciona cinco casos específicos en que se han reportado tales abusos, entre otras numerosas violaciones a los derechos.
El grupo exige que se investiguen las denuncias caso por caso, pero también que se reevalúen las políticas generales de la Patrulla Fronteriza.
El departamento se ha negado a comentar sobre la queja, que surge dos semanas después de que el gobierno federal consiguiera resolver una demanda presentada por la ACLU a raíz de denuncias similares en el estado de Washington.
En ese caso, la Patrulla Fronteriza, sin llegar a admitir culpabilidad alguna, accedió a reentrenar a sus agentes y compartir con grupos defensores documentos de cada detención vehicular que hagan sus agentes en la Península Olímpica, en Washington, a lo largo de la frontera norte con Canadá durante 18 meses, entre otras cosas.
No fue posible conseguir comentarios de voceros de la Patrulla Fronteriza debido al cierre parcial del gobierno.
La ACLU dice que el tema de las violaciones constitucionales efectuadas por agentes de la Patrulla Fronteriza data de décadas y sigue siendo ignorada por las autoridades federales.
“Tiene un enorme impacto en las comunidades fronterizas, pero se extiende mucho hacia el interior”, dijo el abogado de la asociación James Lyall. “La Patrulla Fronteriza dice tener autoridad dentro de una extensión de 160 kilómetros (100 millas) de cualquier frontera externa”.
El abogado agregó que el “potencial de abusos no se limita sólo a las regiones fronterizas y realmente puede impactar a la mayoría de estadounidenses”.
El Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, el sindicato de los agentes, rechaza las acusaciones de que sea generalizado.
“La gente comete errores, pero pienso que son muy pocos”, dijo Shawn Moran, vicepresidente del grupo.
El funcionario agregó que el sindicato ha buscado más transparencia del Departamento de Seguridad Nacional en lo que respecta a quejas y asaltos contra agentes y señaló que esto ayudaría a la gente a entender mejor los peligros del trabajo.