Filipinas lucha contra las consecuencias del tifón Haiyan. El Gobierno ha decretado el estado de calamidad nacional y algunas organizaciones internacionales como la Cruz Roja califican la situación sobre el terreno de caos absoluto.
En Tacloban, una de las ciudades más castigadas, el aeropuerto acaba de reabrir lo que servirá para evacuar a la población en peligro y para aprovisionar a los servicios de emergencia.
“ No podemos conseguir ayuda. En nuestro pueblo no ha quedado nada. ¿Qué quieren que hagamos? ¿qué nos peguemos para meternos en la cola y conseguir un poco de comida? De ninguna manera”
“ Intentamos sobrevivir, pero la situación es muy complicada. Todo se ha ido, nuestras casas incluidas. No hay nada para comer ni para beber”
Las autoridades estiman que el paso del tifón por la región central del país ha provocado al menos 10.000 muertos, aunque esta cifra es provisional, ya que hay localidades de hasta 40.000 habitantes a las que los servicios de rescate no han tenido acceso todavía. Simplemente, nadie sabe lo que está pasando a estas horas en muchas ciudades filipinas arrasadas por Haiyan.
